Bible Reading CATHOLIC CHURCH in Bermuda

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LA CONSOLACIÓN Y ESPERANZA DEL CREYENTE DESCARRIADO.

PARTE SEGUNDA

Esto es importantísimo para el creyente, que se queda por debajo de la meta de la gracia recibida. Es fundamental el saber que Dios está dispuesto para ayudar para llega a esta meta. La oveja descarriada (Estancada) tiene que tener, al conocer toda la obra de la Deidad a su favor, un coraje y una valentía varonil espiritual. Esto, es necesario para salir por una fe activa, de todos los problemas en que se pueda encontrar. Si la oveja, cree que el Señor está dispuesto a darle toda la fe y todas las fuerzas necesaria, a pesar de unos sentimientos y unas tentaciones fortísimas para regresar en el camino estrecho, es probable que si esta es su necesidad primaria, seguramente encontrará la salida para llegar a su meta y para que así el Espíritu Santo le infunda una mayor Gracia y una nueva meta.

En todo lo que nos pasa, el Señor siempre nos quiere enseñar algo, normalmente es confiar en Él, que su obra ha sido completa en nuestro favor.

Cuando no estamos dispuestos a buscarle para que sea Él el origen de nuestra salvación, desde las garras del enemigo, no estaremos listos para que Él obre. Él quiere que le buscamos con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas y con toda la fe y gracia que Él nos ha proveído, solo entonces tendremos menos impedimentos para que Él pueda obrar y darnos las fuerzas para actuar.

Todo esto es válido en todas las situaciones; los problemas pueden ser diferentes, pero el Espíritu de Dios siempre obra en nuestro favor mediante los mismos principios.

Por lo tanto es el Espíritu de Dios que nos da la certeza que estamos en pecado no haciendo todo el bueno que tendríamos que hacer según la gracia recibida, como dicen las Escrituras en Jn. 16:8;

“Y cuando Él venga (El Espíritu Santo), convencerá al mundo de pecado...”

Antes y después de la cruz. Las Escrituras también pueden hacer la misma función si las leemos, como se nos dice en Jn. 2:9; si tenemos pecado:

“.....quedáis convictos por la ley como transgresores.”

Así, como sacerdote del Señor tengo las mismas obligaciones que Pablo cuando dijo a Timoteo en 2 Ti. 4:2;

“que prediques la palabra; que inste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”

Esto es el propósito de este escrito, pienso que conozco el camino para salir de cualquiera situación, a las veces costa bastante tiempo, pero si ponemos una fe activa en el asunto, antes o después el Espíritu de la verdad, de la sabiduría y de santidad, nos dará las fuerzas suficiente para triunfar. Es de esta manera que normalmente el Espíritu de Dios obra, usa las Escrituras, una persona o Él mismo, para hacernos actuar conforme su voluntad. No olvidamos nunca que Él es el actor principal, Él es el protagonista y la fuente y Él solo nos puede ayudar mediante la fe para una victoria definitiva.

Por lo que dicen que pueden salir de una situación sin problemas, quiero decirles que un día verán con toda seguridad que cuando venga el momento, tendrán muchos mas problemas de lo que se piensan, para regresar en el camino del Señor. En todo lo que hacemos sea bueno o malo adquirimos hábitos y costa mucho trabajo y fe en la obra de la Deidad para cambiarlos.

Nunca hay que olvidar nunca, que somos nuevas criaturas, una nueva humanidad en Cristo Jesús. Todas la cosas viejas pasaron y ahora todas son hechas nueva, ya no tenemos una vieja naturaleza, como se nos dice en Col 2:11 :

“En Él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al poner de lado (sin dolor perdiendo las sensaciones y emociones) de vosotros, el cuerpo pecaminoso carnal (el corazón de carne, o la vieja naturaleza), en la circuncisión de Cristo.”

Hemos nacido del agua y del Espíritu, (Jn. 3:5;) tenemos el Espíritu Santo morando en nosotros, (Ez. 11:19;) el corazón de piedra ha sido quitado (Ez. 11:19;), la obra de la Deidad ha sido completa solo falta poner en acción la fe espiritual en esta obra, para ver los resultados. Por esto las Escrituras nos dicen claro de no ser solo oidores de la palabra, mas también hacedores.

Si somos nuevas criaturas solo tenemos la opción de actuar como una nueva criatura, si actuamos diferente es que no hemos creído espiritualmente lo suficientemente en la obra completa de la Deidad y esto es negar el Padre el Hijo y el Espíritu Santo. El resultado de esto puede tener efectos eternos  devastadores sobre nosotros.

La carne es algo que está en oposición del espíritu como dicen las Escrituras en Ef. 2:2-3;

“...en los cuales anduvisteis en otros tiempo (Y también cuando no apartamos de Dios.) Siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.” 

Por suerte tenemos salida como nos dice en Ro. 13:14;

“...si no vestios del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseo de la carne.” (Mediante una fe activa espiritual en la obra de la Deidad en nuestro favor.)

El verdadero hijo de Dios quiere seguir los caminos del Señor, pero la carne (Sin fe en la obra de la Deidad en nuestro favor) se vuelve una poderosa enemiga, de nosotros, y de Dios, en directa oposición al Espíritu.

Ahora bien, esto no quiere decir que la carne en si misma es mala y el espíritu bueno. Los que quiere decir es que los dos están en temporal oposición debido que en la carne los malos hábitos discrepan con la voluntad del Señor.

La carne representa la antigua manera de vivir, los hábitos antiguos apartados del Señor. En las Escritura la carne se refiere al viejo hombre, en Ef. 4:22 dice

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos.

FIN PARTE SEGUNDA

¿Que te parece y que piensa hacer al respecto?

Armando Zanolla