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LA CONSOLACIÓN Y ESPERANZA DEL CREYENTE DESCARRIADO.

PARTE TERCERA

En Col. 3:9; dice:

”No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”.

Así son nuestros caminos equivocados que hacen que la carne reciba unos hábitos que son muy difíciles de cambiar sin una fe activa espiritual en la obra de la Deidad en nosotros. Todo esto pasa para no depositar la fe espiritual en la obra de la Deidad en nuestro favor. Somos nuevas criaturas (2 Co. 5:17;) esta es nuestra verdadera realidad.

Así pasajes como Ga. 5:16; que dice:

”Digo pues: Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne”,

y en Ga. 5:18; que dice:

”Pero si soy guiados por el Espíritu, no estay bajo (El poder) de la ley.”

En Ro. 8:13-14; que dice:

”Porque si vivís conforme la carne, moriréis; Mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”

¿Qué quiere decir?

Y como se puede hacer esto? La respuesta está en las Escrituras en pasajes como en 2 Co. 5:7;

“Porque por fe andamos, no por vista.”

y también en 2 Tes. 1:11; dice:

”Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder.”

y más en He. 11:33-40; donde cito solo algún versículo:

”Que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas,...sacaron fuerza de la debilidad,....Otros experimentaron virtupedios y azote,...fueron apedreados, aserrados, puesto a prueba,..Todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros.....”

y más en 1 P. 5:8-9;

“Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vosotros hermanos en todo el mundo.” Y más aun en 1 Jn. 5:4; Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido el mundo, nuestra fe.”

El aplicar todo esto en nuestra experiencia, es lo que se llama andar en el Espíritu donde se explica en pasajes como Ro. 8:1-15;

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme la carne, sino conforme al Espíritu......Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él......Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales....mas si por el Espíritu (La obra del Espíritu, nacer del agua y del Espíritu) hacéis morir las obras de la carne, viviréis....”

y  Ga. 5:16-18;

“ Digo pues: Andad  en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne (Debido que somos una nuevas criaturas) ...”

Todo esto tendría despertar una pregunta que es:

¿Si soy hijo de Dios tengo una salida y si no lo soy no hay salida?

Respuesta: ¡Correcto!

Permítame intentar en definir un verdadero hijo de Dios para mí.

Un verdadero hijo de Dios, siempre está dispuesto, (A no ser que esté totalmente alienado por algo, temporalmente.) a vivir activamente el proceso de santificación experimental por la fe espiritual en la obra de la Deidad, guiado y iluminado en sus caminos equivocados por el Espíritu Santo, mediante la palabra, la comunión, la intuición y su conciencia

El poder del Espíritu Santo y la fe que Dios ha dado a todos Sus Huiós, (En la obra de la Deidad a su favor) hará que pueda experimentar en su totalidad el fruto del Espíritu Santo y, esto, verse notorio por los que le rodean y a nosotros mismos.

Así el verdadero Huiós de Dios tiene a su disposición la guía de la palabra y el poder del Espíritu Santo el cual no solo da las fuerzas necesarias para salir del problema, mas también da las fuerzas para andar de manera positiva en los caminos del Señor, mediante un verdadero cambio.

Voy a hacer un ejemplo:

¿Cuándo un mentiroso para de decir mentiras?

Respuesta: Cuándo para de mentir!

Pues, no es del todo correcto, ni tampoco bíblico.

Un mentiroso para de ser mentiroso cuando:

1 – Para de decir mentiras.

2 – Cuanto dice solo la verdad.

Pregunta: ¿Cómo se consigue esto?

Solo las Escrituras tienen la respuesta correcta.

Haber nacido del agua y del Espíritu. En otras palabras ser un creyente que tiene la necesidad de ser trasformado en cada momento del día en toda su vida, mediante la regeneración experimental del Espíritu Santo la cual ilumina al creyente para que pueda ver toda su vanagloria y desecharla completamente para que el Espíritu vivificante pueda formar todo su corazón.

Debido a Col. 2:11; vemos en 3:1-5; las dos cosas que hay que hacer. Debido que hemos muertos y resucitado en Cristo Jesús somos nuevas criaturas. Si podemos por la fe, creer esto y ver como somos efectivamente nuevas criaturas que pueden hacer morir lo terrenal (La vanagloria) habiendo muerto en Cristo ya hacia casi 2000 años, seremos siempre mas que victoriosos. Pero, no solo el hacer morir lo terrenal, Col. 3:5; mas seguir viviendo como una nueva humanidad con una conciencia como el Espíritu del Dios Triuno. Col. 3:1;.

Si creemos lo expuesto podremos verdaderamente experimentar una vida de santidad, debido que el cambio no es algo temporal, mas algo permanente, un SI que llega a la meta de la gracia impartida mediante una fe espiritual firme para la gloria del Señor.

¿Que te parece y que piensa hacer al respecto?

Armando Zanolla

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LA CONSOLACIÓN Y ESPERANZA DEL CREYENTE DESCARRIADO.

PARTE SEGUNDA

Esto es importantísimo para el creyente, que se queda por debajo de la meta de la gracia recibida. Es fundamental el saber que Dios está dispuesto para ayudar para llega a esta meta. La oveja descarriada (Estancada) tiene que tener, al conocer toda la obra de la Deidad a su favor, un coraje y una valentía varonil espiritual. Esto, es necesario para salir por una fe activa, de todos los problemas en que se pueda encontrar. Si la oveja, cree que el Señor está dispuesto a darle toda la fe y todas las fuerzas necesaria, a pesar de unos sentimientos y unas tentaciones fortísimas para regresar en el camino estrecho, es probable que si esta es su necesidad primaria, seguramente encontrará la salida para llegar a su meta y para que así el Espíritu Santo le infunda una mayor Gracia y una nueva meta.

En todo lo que nos pasa, el Señor siempre nos quiere enseñar algo, normalmente es confiar en Él, que su obra ha sido completa en nuestro favor.

Cuando no estamos dispuestos a buscarle para que sea Él el origen de nuestra salvación, desde las garras del enemigo, no estaremos listos para que Él obre. Él quiere que le buscamos con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas y con toda la fe y gracia que Él nos ha proveído, solo entonces tendremos menos impedimentos para que Él pueda obrar y darnos las fuerzas para actuar.

Todo esto es válido en todas las situaciones; los problemas pueden ser diferentes, pero el Espíritu de Dios siempre obra en nuestro favor mediante los mismos principios.

Por lo tanto es el Espíritu de Dios que nos da la certeza que estamos en pecado no haciendo todo el bueno que tendríamos que hacer según la gracia recibida, como dicen las Escrituras en Jn. 16:8;

“Y cuando Él venga (El Espíritu Santo), convencerá al mundo de pecado...”

Antes y después de la cruz. Las Escrituras también pueden hacer la misma función si las leemos, como se nos dice en Jn. 2:9; si tenemos pecado:

“.....quedáis convictos por la ley como transgresores.”

Así, como sacerdote del Señor tengo las mismas obligaciones que Pablo cuando dijo a Timoteo en 2 Ti. 4:2;

“que prediques la palabra; que inste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”

Esto es el propósito de este escrito, pienso que conozco el camino para salir de cualquiera situación, a las veces costa bastante tiempo, pero si ponemos una fe activa en el asunto, antes o después el Espíritu de la verdad, de la sabiduría y de santidad, nos dará las fuerzas suficiente para triunfar. Es de esta manera que normalmente el Espíritu de Dios obra, usa las Escrituras, una persona o Él mismo, para hacernos actuar conforme su voluntad. No olvidamos nunca que Él es el actor principal, Él es el protagonista y la fuente y Él solo nos puede ayudar mediante la fe para una victoria definitiva.

Por lo que dicen que pueden salir de una situación sin problemas, quiero decirles que un día verán con toda seguridad que cuando venga el momento, tendrán muchos mas problemas de lo que se piensan, para regresar en el camino del Señor. En todo lo que hacemos sea bueno o malo adquirimos hábitos y costa mucho trabajo y fe en la obra de la Deidad para cambiarlos.

Nunca hay que olvidar nunca, que somos nuevas criaturas, una nueva humanidad en Cristo Jesús. Todas la cosas viejas pasaron y ahora todas son hechas nueva, ya no tenemos una vieja naturaleza, como se nos dice en Col 2:11 :

“En Él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al poner de lado (sin dolor perdiendo las sensaciones y emociones) de vosotros, el cuerpo pecaminoso carnal (el corazón de carne, o la vieja naturaleza), en la circuncisión de Cristo.”

Hemos nacido del agua y del Espíritu, (Jn. 3:5;) tenemos el Espíritu Santo morando en nosotros, (Ez. 11:19;) el corazón de piedra ha sido quitado (Ez. 11:19;), la obra de la Deidad ha sido completa solo falta poner en acción la fe espiritual en esta obra, para ver los resultados. Por esto las Escrituras nos dicen claro de no ser solo oidores de la palabra, mas también hacedores.

Si somos nuevas criaturas solo tenemos la opción de actuar como una nueva criatura, si actuamos diferente es que no hemos creído espiritualmente lo suficientemente en la obra completa de la Deidad y esto es negar el Padre el Hijo y el Espíritu Santo. El resultado de esto puede tener efectos eternos  devastadores sobre nosotros.

La carne es algo que está en oposición del espíritu como dicen las Escrituras en Ef. 2:2-3;

“...en los cuales anduvisteis en otros tiempo (Y también cuando no apartamos de Dios.) Siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.” 

Por suerte tenemos salida como nos dice en Ro. 13:14;

“...si no vestios del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseo de la carne.” (Mediante una fe activa espiritual en la obra de la Deidad en nuestro favor.)

El verdadero hijo de Dios quiere seguir los caminos del Señor, pero la carne (Sin fe en la obra de la Deidad en nuestro favor) se vuelve una poderosa enemiga, de nosotros, y de Dios, en directa oposición al Espíritu.

Ahora bien, esto no quiere decir que la carne en si misma es mala y el espíritu bueno. Los que quiere decir es que los dos están en temporal oposición debido que en la carne los malos hábitos discrepan con la voluntad del Señor.

La carne representa la antigua manera de vivir, los hábitos antiguos apartados del Señor. En las Escritura la carne se refiere al viejo hombre, en Ef. 4:22 dice

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos.

FIN PARTE SEGUNDA

¿Que te parece y que piensa hacer al respecto?

Armando Zanolla

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LA CONSOLACIÓN Y ESPERANZA DEL CREYENTE DESCARRIADO.

Primera parte:

Muchas veces se oye alguna afirmación como:“Lo sé que no está bien, pero, es mas fuerte que mi..o, ...... si, pero estoy bajo control, lo puedo dejar cuando quiero.”

Sobre la base de declaraciones como estas, quiero hablar un poco sobre el tema de la rebelión del hombre, para ser dueño y señor de todo lo que hace, y seguiré intentando a proponer la única solución que considero como eficaz para regresar en el estrecho camino del Señor.

Pienso que es importante evaluar lo que está pasando  con la declaración “lo se que no está bien...”, para encontrar una solución a la luz de la Biblia. En esta lectura  encontraremos un plan o una solución que el Señor tiene preparado para todos los que tienen estos tipos de dificultades aportando la única acción concreta para levarse a cabo, si el Señor lo permite.

Así, debido que intento llevar un mensaje del Señor, para el oyente me transformo en un mensajero y sacerdote para el, siempre que, mis labios, guarden la sabiduría y la verdad del Señor.

Malaquias 2:7; cita, “Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley: porqué mensajero es de Jehová de los ejércitos”.

En Nehemias 8:7-8; se describe un pueblo que quiere cambiar de sus caminos y esto se ve en su actitud, dice: Y los levitas (Sacerdotes)

“hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar- Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura”.

Es mi deber llevar un mensaje verdadero, para que cuando el oyente lo necesite le pueda ser de ayuda. Esto es posible debido que la palabra de Señor, es la sola fuente verdadera de consolación y esperanza, y solo en ella podemos encontrar el camino hacia la libertad la cual consiste, en tener la libertad de haciendo la voluntad del Señor.

La Biblia no es solo un libro, es la misma voz del Señor donde nos habla para consolarnos y darnos buenos consejos, para que en todo nuestro andar en la tierra podamos tener esperanza que todo lo que hagamos pueda ser para la Gloria del Señor.

Pablo en Ro. 15:4; nos dice:

“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”.

En el vs. 13 dice:

“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”.

Así por Pablo la esperanza (De ser libres para hacer la voluntad del Señor y ser Gloria suya) viene del Espíritu Santo por las Santas Escrituras.

Así lo que voy a decir se limitará al mensaje de las Santas Escritura. No son mis palabras la que trato de exponer, mas bien, son las palabras del consolador numero uno, el Espíritu Santo, y si el oyente encontrará poder para ponerlas en practica y recibir la libertad, la felicidad y la paz, sabrá que esto no fue posible mediante sus esfuerzos, mas fue por el poder y trabajo de la Deidad la cual lo acompañará, en todos sus caminos. Esto es exactamente lo que dice Ezequiel en 36:27;

“Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.”

Así es el Espíritu Santo y solo Él, que nos puede iluminar, dándonos mayor Gracia, y esto es generalmente por medio del "Rema". El Espíritu Santo hace posible que el oyente las puedas entender no solo intelectualmente, mas espiritualmente, y le hace ver cómo tiene que vivir para hacer la voluntad del Señor en el poder de Dios. Normalmente es desechar toda la vanidad que el Espíritu nos hace ver en nuestro corazón, para que el Espíritu vivificante pueda progresar en su labor de santificación.

Juan 14:17; dice:

“el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora en vosotros”.

En Juan 15:26;

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, él Espíritu de verdad, él cual procede del padre, él dará testimonio acerca de mí.”

Is. 11:2; dice:

“He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es Jah Jehová, quien ha sido salvación para mí.”

1 Co. 2:13; dice:

“lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.”

Él no solo da poder a nuestra voluntad para aceptar su voluntad, mas también para hacer su voluntad cuando nos apartamos de la fe y seguimos nuestros caminos, como dicen las Escrituras en Ez. 36:27;

“Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”.

Así es el Espíritu de Dios que nos da el poder de conocer nuestros caminos equivocados y también nos da el poder para hacer, por la fe en la obra de la Deidad, su voluntad.

FIN PARTE PRIMERA

¿Que Te Parece, y que piensa hacer al respecto?

Armando Zanolla